lunes, 16 de octubre de 2017

ATG Capitulo 111 Oda Mundial del Fénix - Fragmentos (6)

Capitulo 111 : Oda Mundial del Fénix - Fragmentos (6)

 Crujir....
La puerta de la cabaña de bambú se abrió cautelosamente, y una mujer de frágil estatura caminó dentro llevando una cesta de bambú con la ropa lavada. Ella parecía tener alrededor de veintitrés a veinticuatro, pero, tenía el delicado y encantador aire de una adolescente de quince o dieciséis años. Ella era tan tranquila y encantadora como un hibisco bajo la resplandeciente luna. Estaba vestida en prendas ásperas de color gris, pero eran incapaces de apisonar su hermosa disposición llamativa y parecida a la de una estrella; era como si fuera lluvia en una ladera de la montaña. Sus ojos eran especialmente así. Eran más claros que el más puro de los cristales, bastante hermosa para hacer que el resto del mundo pierda su color en comparación

Claramente viendo dónde estaba, Yun Che ya había anticipado su apariencia. Sin embargo, en la fracción de segundo que ella abrió la puerta y entró, su corazón empezó a latir
violentamente. Ambos sus ojos y expresión fueron paralizados y él sólo podía mirar inexpresivamente. Era como si el mundo entero había sido drenado de todo su color en ese momento, y sólo su figura quedó. Todas sus emociones, todos sus pensamientos, todas sus creencias, todos ellos comenzaron a surgir completamente y violentamente... Ese año, ella había fallecido en su abrazo. Después de llorar hasta que sus ojos se secaran, él creía que nunca derramaría otra lágrima en toda su vida. Pero en este momento, él sintió lágrimas incontrolables corriendo sin autorización debajo de la órbita de sus ojos...

Su corazón palpitaba como si las emociones que ya no le pertenecían se entrelazaban en caos. Él olvidó dónde estaba; olvidó que todavía estaba dentro la prueba. En este punto, todas sus emociones se reunieron y se transformaron en un grito desgarrador que vino directo de su alma...
“Ling’er... ¡¡Ling’er!!”
¡Bang!
La cesta de bambú en las manos de la chica cayó al suelo. Viendo a Yun Che que estaba sentado en la cama, sus hermosos ojos revelaron sincera felicidad y sorpresa. Corriendo hacia el frente de su cama, su expresión era frenética, sin embargo, ella forzó su voz a volverse tan suave y apacible: “Hermano mayor Yun Che, estás despierto... ¿Todavía duele tu cuerpo? ¿Estás incomodo en algunaparte?”

Con el rostro de la chica a meras pulgadas del suyo, el aire de niña que únicamente le pertenecía a ella impactó pesadamente en el  alma de Yun Che. Sus ojos rebosaron de felicidad, preocupación, ansiedad, un dolor profundamente oculto y deseo... Era lo mismo como de sus recuerdos, así como también las innumerables veces que ella había aparecido en sus sueños. Solo, él nunca se atrevió a pensar que era posible para él un día, mirar en este hermoso par de ojos de nuevo.

Él quedo gradualmente aturdido a partir de mirar fijamente. Su labio no dejaría de temblar, y aún él no pudo pronunciar una sola palabra. En este momento, todos sus pensamientos se habían desintegrado por completo. La única cosa que quedaba era esta figura ante sus ojos que se imprimió tan profundo en su alma, que ni siquiera la muerte era capaz de hacerlo olvidar. Sin cuidado de cualquier otra cosa más, él extendió sus brazos todavía vendados y, con un sorprendido “¡Ah!” De Ling’er, abrazándola fuertemente; tan fuertemente que era como si estuviera temeroso de que ella lo dejara si se relajaba incluso un poco.
“Hermano mayor Yun Che...” El cuerpo de Ling’er se congeló por bastante tiempo antes de que ella lo abrace de vuelta, inclinó todo su cuerpo en su pecho y susurró suavemente.
“Ling’er… Ling’er… Ling’er.”
Yun Che sabia cuán indecoroso estaba en este momento. Su corazón estaba en un completo estado de caos. Sobre sus propios gritos, él podía escuchar claramente el sonido de llanto y sentir las lágrimas que no podían dejar de deslizarse bajo su rostro.

Después de esa dolorosa pérdida en aquel entonces, esta era una situación que sólo podría aparecer en sus sueños. La calidez de su corazón era casi suficiente para hacerlo dejar de latir; lo hacía sentir como incluso si fuera a morir ahora mismo, él todavía estaría completamente contento. Si es posible, él quería abrazarla para siempre y nunca dejarla ir nunca de nuevo; no importa cuán enorme de un precio tuviera que pagar por ello.

Todos esos años, él se había acostumbrado a su presencia, acostumbrado a tratarla como su propio puerto seguro. Cada vez que él estaba ensangrentado y moribundo, él subiría desesperadamente hasta el frente de esta pequeña casa que ella había construido con sus propias manos... Cada vez que necesitaba calidez, él no sería capaz de dejar de venir aquí... Cada vez que estaba frenético y loco, él también siempre vendría aquí para encontrar paz. Y, ella siempre curaría las heridas en su cuerpo y alma, una y otra vez. Ella iría al arroyo a pescar peces para él, dando palmaditas a su espalda como si fuera a hacer dormir a un bebé... Él era demasiado vigilante y despertaría cada medio cuarto de hora cada vez que dormía. Sólo con ella aquí, él finalmente sería capaz de dormir hasta el mediodía del segundo día.

Ella era su única fuente de calidez entonces.
Sin embargo, sus ojos habían sido cegados por el odio. Él había colocado la venganza como el único objetivo en su vida y se había convertido en un hábito... Sólo hasta el día que la había perdido, él verdaderamente entendió que esta chica se había vuelto ya más importante que su vida; más que su venganza.


Una y otra vez, ella le rogaría no buscar más venganza con lágrimas en sus ojos. Ello era su única petición en el medio de todo su desinteresado sacrificio y dar, pero él nunca había escuchado... Incluso hasta los últimos momentos de su vida, ella todavía le rogó no vengar a su maestro ni a ella... No fue porque los que la mataron eran su propia familia, sino porque ella deseaba tanto que él deje de vivir una vida de venganza sin fin y odio.

No importa cuánto dolor sufrió o cuánto se lamentaba, lo que había sido perdido nunca regresaría de nuevo. Si pudiera, él estaba dispuesto a dar todo lo que tenía a cambio; incluso si fuera su propia vida y alma.


“Ling’er… Ling’er… Ling’er.”

Él sujetó fuerte a Ling’er en su abrazo. Una y otra vez, con cada grito, deseaba que nunca tuviera que despertar de este sueño. La sensación bendita de recuperar lo que una vez había perdido era tan cálida que era incapaz de ser descrito con palabras.


“Hermano mayor Yun Che...” El susurro de Ling’er vino desde al lado de su oreja, con una luz y nebulosidad que parecía casi como un sueño, “no pienses más en la venganza, ¿de acuerdo? El alma de tu maestro en el cielo también sin duda no querría verte así... No importa lo qué es, puedo prometerte que con que prometas que no buscarás más la venganza... Nosotros dos podemos quedarnos en este bosque de bambú. Tú me acompañarás, y yo, a ti, siempre... Para toda la vida... Seré tu más gentil esposa... Y nunca te dejaré... ¿De acuerdo?”


Su fragancia, su voz y sus palabras; todo era tan familiar. Estos eran el olor y voz exactos que pertenecían a ella. Y todavía más, estas fueron las palabras que ella le había dicho muchas veces antes... En el pasado, cada vez que ella decía estas palabras, él sentiría el interior de su corazón palpitar, pero justo después, ello sería aplastado y muerto bajo su odio...

Después de perderla, él había soñado muchas veces. Si pudiera volver el tiempo atrás, si los cielos pudieran darle otra oportunidad, él nunca lo habría rechazado de nuevo; absoluto no lo haría.

Sin ninguna duda, él asintió con su cabeza en extremo vigor; asintió cinco o seis veces seguidas e insistió en una voz ronca: “¡Sí! ¡Sí! Ling’er, te escucharé. Te prometo, no buscaré venganza nunca más. En el futuro, serás mi vida; tu vida, será mi vida. ¡¡Dónde tú estés, yo estaré ahí a tu lado para siempre, velando por ti y nunca partiremos a través de la vida y la muerte!!”


Cada frase, cada palabra y cada pedacito más pequeño de emoción vinieron desde las profundidades de su alma. Cómo había ansiado gritar estas palabras a ella hace todos esos años.

Ling’er lloró en felicidad, sus manos blancas como el jade fuertemente lo abrazaron, “hermano mayor Yun Che, ¿quieres decir? ¿Es lo que estás diciendo verdad?”

“Lo digo en serio. Cada palabra que dije fue real. Si cualquier cosa que he dicho fue falsa, puedo ser destruido por los cielos.” Yun Che dijo cada palabra con determinación.


Después de decir estas palabras, él cerró sus ojos; su expresión era tan tranquila y contenta. Él sintió un objeto frío puntiagudo que perforó profundamente en su espalda. La sangre se derramó frenéticamente a medida que su conciencia rápidamente se dispersó en medio de la pesadez...


La escena ante sus ojos se distorsionó y desapareció conforme el mundo regresó una vez más a la oscuridad. Yun Che abrió sus ojos. Al frente de su vista, estaban esos dos gigantes ojos dorados.

“He fallado.” Yun Che se rió en auto despreciativamente, pero a ritmo constante. “En un principio, había pensado que, con mi estado mental, sería capaz de pasar a través de la tercera etapa con facilidad. Pero había pensado demasiado altamente de mí mismo. Je je, debo haberte decepcionado. Mi búsqueda de la fuerza no es tan determinada después de todo.”

La voz del espíritu del fénix flotó hacia él, “la respuesta de tu alma me dice que tú ya sabías que era solamente una ilusión desde el principio, y que tú obviamente habías visto la daga al lado de la cama. También claramente sabias que si fueras a sostener esta daga y apuñalar a la chica, serías capaz de escapar de la ilusión y pasar fácilmente esta prueba. ¿Por qué en cambio te quedarías en la ilusión e incluso engañándote a ti mismo en creer que era real? A menos que, ¿dentro de tu corazón, la gran fuerza que puedes obtener inmediatamente ni siquiera se compara a esa ilusión temporal?”


“No pude hacerlo.” Yun Che sacudió su cabeza lentamente, “esta ilusión vino de los recuerdos más preciados en mi alma. A pesar de que era meramente una ilusión, está profundamente impresa en mi alma como lo que la verdadera felicidad es. No serás capaz de entender cuán querida es esa chica para mí, ni entenderás cuánto le debo. Incluso si eso fue sólo un sueño, incluso si tengo que perder mi mayor fuerza como el precio, nunca estaría dispuesto a dañarla.”


“Incluso si eso es así, ¿por qué no esquivaste, o incluso empujarla lejos cuando obviamente la sentiste coger la daga para apuñalarte?” El espíritu del fénix preguntó en un tono perplejo de voz.


Yun Che se rió; pero era una risa de tristeza, “sabía que era una ilusión que forzosamente habías creado basado en mis recuerdos... Mi Ling’er, incluso si ella tenia que morir por sí misma, ella no estaría dispuesta a causarme ningún daño. Sin embargo, estoy dispuesto a morir por sus manos porque, ¿qué es una vida comparado a lo que le debo? Para ser capaz de morir en sus manos, a pesar de que era meramente una ilusión, ha permitido que la culpa en mi corazón se alivie solo un poco.”

 El espíritu del fénix se quedó en silencio por un largo tiempo.

“Tengo sed por poder, pero en este mundo, hay muchas cosas que son mucho más importantes para mí que la fuerza. Yo necesitando fuerza fue también porque necesito proteger las cosas que son importantes para mí. Parece que ni estoy destinado, ni calificado para obtener el poder del fénix... Sin embargo, a pesar de que he fallado la prueba, ya estoy satisfecho. Porque este entrenamiento me ha permitido verla y sostenerla de nuevo. Incluso me ha permitido expresar la promesa que he querido hacerle incluso en mis sueños…”


Yun Che rió;  rió muy calurosamente, sin ningún rastro de indisposición o lamento.



“Parece que la chica a quién llamas Ling’er debe haber sido realmente muy importante para ti. Y también a causa de ella, tu interior mismo mantiene un pesar muy pesado. Sin embargo, no tienes que suprimir este sentir en las profundidades de tu alma. Has pasado a través del ciclo de la reencarnación debido a la Perla de Veneno del Cielo y se ha alterado con el karma de este mundo. Bajo el efecto mariposa, tiempo, dimensión y planos también cambiarán además. Tu arrepentimiento y deuda, aún podrías no haber perdido la oportunidad de reponerlos.”


“Has pasado a través del ciclo de la reencarnación debido al Tesoro Profundo Celestial.” Esta frase causó que el corazón de Yun Che se sacuda inmensamente. Él miró directamente al ojo dorado en frente de él y fue incapaz de decir cualquier cosa por un largo tiempo.

Tesoro Profundo Celestial... Pasar a través de reencarnaciones... Podría ser que, ¿en realidad había visto a través de que él había vivido a través de dos vidas? Y la razón por qué había vivido por dos vidas... ¿Fue debida a la capacidad del Tesoro Profundo Celestial pasando a través del ciclo de la reencarnación?


Tesoro Profundo Celestial... Jazmín había mencionado que la Perla de Veneno del Cielo dentro su cuerpo había sido uno de esos Tesoros Profundo Celestial. Pero las capacidades de la Perla de Veneno del Cielo estaban centradas en torno al veneno, medicina, purificación y espacio. Por encima de este descubrimiento, ¿de dónde vendría la capacidad de pasar a través de la reencarnación?


En cuanto a la última mitad de las palabras habladas después de esa oración, él era completamente incapaz de comprenderlas. Él rápidamente preguntó: “¿Qué quieres decir por estas palabras que has dicho?”
“Je je...” El espíritu del fénix rió misteriosamente, “está bien para ti entender sólo la mitad de ello, pero no el resto, esos son secretos celestiales que no están para ser revelados. A medida que progreses y a medida que tu fuerza continúe aumentando en este mundo, algún día entenderás todo ello.”


Yun Che cayó en un profundo pensamiento y luego asintió con su cabeza, “Espíritu del Fénix, aunque has alterado las ilusiones de mis recuerdos y hecho que Ling’er me apuñale hasta la muerte, lo cual fue bastante desagradable, todavía tengo que agradecerte. Pero ya que no pude pasar a través de esta etapa de la formación en el final, debo irme ahora.”

“No, no es tiempo para que te marches todavía. Porque tú, ya has pasado exitosamente la tercera etapa de la prueba.”

“Felicitaciones, humano que lleva la fuerza del Dios Maligno. Dentro estos innumerables años, eres el octavo practicante que ha elegido abandonar su fuerza en vez de herir a la ilusión de su ser amado. Has ganado el derecho a heredar el regalo del Fénix.”

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